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1974-1978

       Era principios de los años setenta, cuando un grupo muy reducido de “larguiruchos”, se paseaban por el barrio con botas de deportes, calzonas muy cortas y apretadas y unas camisetas de tirantas; además botaban un balón anaranjado con tres rayas, que no tocaban con los pies, sólo utilizaban las manos y debían introducir por un aro colgado a más de tres metros del suelo. Ellos decían que jugaban a BALONCESTO, los demás preguntaban: “¿Balón qué…?.

 

       Sí, BALONCESTO. Algunos de aquellos locos lo empezaron a practicar por moda, snobismo, que se dice ahora, porque era moderno y estaba en la onda. Otros por llamar la atención de las chicas, bueno, eso lo intentaban todos; pero aquéllos encontraron en el básquet un filón para el ligoteo. Otros, como respuesta rebelde a la dictadura deportiva española del fútbol y otros, posiblemente la minoría, por pasión. En este último grupo estaba sin duda Salvador Barrones, el padre del baloncesto en nuestra barriada, o mejor el abuelo, por el tiempo que hace y por la edad que ya empieza a tener. Vino de La Línea de la Concepción, cuando Franco cerró la verja de Gibraltar y hubo de repatriar a muchos trabajadores de la zona. Afortunadamente para todos los que amamos el básquet, su familia se asentó en Bellavista, y desde ese momento empezó a engendrarse en el barrio este deporte que tanto nos transmite y tantos buenos principios atesora.

BELLAVISTA SCHWEPPES

Primer equipo federado de Bellavista, fundado en 1974 a instancia de Eduardo Herrera en  el C.D. Bellavista de futbol (en calle Guadalajara) se jugaba en el patio de albero de la actual guardería en el cortijo de Cuarto (antiguo Instituto). de pie: Pepe Zayas (Delegado), Joaquín Nieto, Robert, Tony Fuentes, Sarmiento, José Mª Lozano y José Luis Navarro (Entrenador) Agachados: Salvador Barrones, Tony, Mauricio y Jesús.

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​        Aquellos irreductibles pronto se organizaron y en colaboración con otro incansable luchador, Eduardo Herrera y los colaboradores que junto a él conformaron la U. D. Bellavista, consiguieron federar el primer equipo de baloncesto del Barrio, el BELLAVISTA SCHWEPPS, en el que entre otros formaron: el ya mencionado Barrones, el “Tati” Lozano, Sarmiento, Roberto, Jesús Pérez Royano y por supuesto el incombustible Tony. Tony Fuentes fue nuestra primera torre, nuestro primer pívot. Con sus 190 centímetros y su fortaleza, infundía respeto en el adversario y confianza en sus compañeros de equipo. Sus movimientos eran de puro pívot de la época. Juego de espaldas al aro, siempre pegado a la raya de la zona y haciendo del pivote y el reverso sus mejores armas de entrada al aro.

 

         Junto a aquéllos mayorzotes, jugaba un casi niño Joaquín Nieto, todavía sin barba y como siempre con una fe inquebrantable en lo que hacía. Jugaba a baloncesto aunque tuviera que hacerlo solo.

        Todos a las órdenes de José Luis Navarro como entrenador.

 

     Este primer equipo disputaba sus partidos en un campo que la Escuela de Ingenieros Agrónomos del Cortijo de Cuartos tenía entre sus instalaciones. Un campo de albero, que antes de los partidos los componentes del equipo debían limpiar de piedras y pintar con cal las rayas de la cancha. Allí acudían entre otros, las muchas niñas que ya empezaban a interesarse tanto por el deporte, como por aquellos atléticos deportistas, algunos curiosos que en sus paseos dominicales por el Cortijo paraban a calmar su curiosidad viendo aquella actividad tan nueva como incomprensible todavía y además de todos esos, un tropel de chavalería.

JUPABE

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        Con el nacimiento de este primer equipo federado y el inicio de la práctica del baloncesto, en el barrio comenzó a germinar la semilla, dando lugar a la formación que otro grupo de chavales organizaron dentro del club JUPABE. Este era un equipo creado con el propósito sólo y exclusivamente de competir en la recién instaurada “Velá”. Así surgió una gran rivalidad entre ambos equipos, rivalidad que perduró muchos años y dieron muy buenos e interesantes partidos. Rivalidad por otra parte sólo en la cancha, puesto que fuera, todos éramos amigos. En aquel JUPABE participaban amigos como: Manolo Muñoz Giráldez, Manolo Luna, Francisco Gordillo y sobre todo el nuevo talento, Joaquín Tejada.

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CIUDAD JUVENIL-BELLAVISTA

         Tras la disputa del torneo de la Velá de 1975, en el que resultó ganador el equipo de los “Wranglers”, capitaneados por el sempiterno Tony Fuentes y en el que además participaron Salvador Barrones, Quiterio, Onofre, Juanma Muñoz, Roberto, Tati Lozano, Jesús Pérez Rollano, Santos, Joaquín Nieto y algún otro que se me escapa; se comenzó a vislumbrar la posibilidad de que se constituyera un nuevo equipo federado, esta vez a expensas de la entonces denominada “Ciudad Juvenil”, hoy Complejo Educativo “Blanco White”. Se llegó al acuerdo que ese nuevo equipo debía estar compuesto por un número similar de jugadores que pertenecieran a una y a otra formación, con la aportación además de un número de jugadores que debían pertenecer al alumnado de la “Ciudad Juvenil”. Así se formó un nuevo equipo que de memoria estaba integrado por: Salvador Barrones, Tony Fuentes, Joaquín Nieto, Manolo Muñoz Giráldez, Manuel Luna, Francisco Gordillo, Joaquín Tejada, Santos, Ricardo y Lázaro. El mecenas y entrenador sería D. Antonio Rufo, educador de la “Ciudad Juvenil” y miembro de la Dirección del Complejo Educativo.

 

         Los partidos de ese equipo se disputaban en el pabellón cubierto de la Ciudad Juvenil, todo un lujo, sobre un suelo de linóleo, que abrasaba los pies. El equipo perduró una sola temporada no llegando a cuajar el proyecto no se sabe exactamente porque motivos.

 

       

U.D. BELLAVISTA

         Tras la desaparición de ese equipo: el Ciudad Juvenil-Bellavista, la varita mágica de Salvador Barrones obró el milagro de volver los ojos otra vez hacia la U. D. Bellavista y con el empeño de Eduardo Herrera se hizo un proyecto, con afán de persistencia. Era la época en que la U. D. Bellavista se consideraba el tercer club Deportivo de Sevilla. En 1977 comienza nuestra andadura como U. D. Bellavista y los integrantes de la primera plantilla fueron: Salvador Barrones, Tony Fuentes, Manolo Giráldez, Joaquín Tejada, Onofre Marín, Joaquín Nieto, Jesús Pérez Royano, Santos, Antonio Louzame.

 

       

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                 Fueron varios años los que el baloncesto de Bellavista se vistió con el azul de la U. D. Bellavista. Consiguiendo en este periplo blanquiazul el soñado ascenso a 1ª Provincial. Ya empezaban a ser respetados en Sevilla y su provincia, además contaban con un portento físico conocido en estas categorías, Joaquín Tejada. Con su escaso metro noventa era el rey de los tableros. Un año terminó proclamándose máximo encestador de la categoría.

 

         Los partidos en esta época se comenzaron celebrando en las pistas del Colegio Santa María, pero para que la integración en el club fuera mayor, se optó por trasladar los partidos a las traseras del campo de fútbol, sobre albero y pintando las rayas al comienzo de cada encuentro. Los entrenamientos se realizaban en las mismas instalaciones del campo de fútbol y con una canasta portátil que Salvador Barrones ingenió. Las duchas con agua fría en invierno no pudieron nunca con su sólida afición, el baloncesto podía más, lo superaba todo.

 

         Como U. D. Bellavista se jugó hasta la temporada 81-82. Ya en esa época se habían sumado nuevos jóvenes del barrio, que comenzaban a proliferar e intentaban hacerse un hueco en ese equipo. En este tiempo se incorporaron Rafael Medinilla, Francisco Crespillo, Jose, el maestro extremeño del Bandarán, Juan un estudiante almeriense de la Escuela de Ingenieros Agrónomos del Cortijo de Cuarto, nuestro queridísimo y llorado José Luis Suárez “Pollo”, ¡que grande era! En fin un número tan grande que resulta difícil acordarse de todos.

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